La estandarización de las guías de aprendizaje y su aplicación diaria, así como el enfoque en proyectos que fomentan el desarrollo de habilidades del siglo XXI, han sido elementos clave para convertir esta propuesta en significativa a través de:

 

Reducción significativa de la deserción escolar desde el año 2020 hasta la fecha.

 

La implementación de las guías y el trabajo colaborativo con las familias durante la pandemia ayudó a mitigar la angustia de los hogares.

 

Contrarrestar los niveles bajos de desempeño, permitiendo a los estudiantes conocer de antemano tanto los contenidos y actividades, como las competencias a alcanzar y los criterios de evaluación. Esto les permite anticiparse a los procesos académicos y adoptar una actitud proactiva, impactando positivamente en el nivel de desempeño de la institución.

 

Favorecer un ritmo de trabajo adecuado para los procesos pedagógicos tanto colectivos como individuales en el aula, evitando retrasos que afecten su proceso escolar, llevando a que los estudiantes no se vean afectados por situaciones de inasistencia o por cambios en las dinámicas institucionales.

 

Utilizar las guías como recurso académico durante espacios de recuperación de logros, evitando retrocesos y maximizando el tiempo de aprendizaje.

 

Mayor participación y compromiso de los padres de familia en la formación académica de sus hijos, al estar informados sobre temáticas, actividades, criterios de evaluación, etc., y ser actores activos en el desarrollo de proyectos institucionales.

 

Mayor organización y estructuración de la parte académica del colegio al planificar las competencias a desarrollar durante los diferentes periodos académicos.

 

Incremento en el acercamiento y la integración de toda la comunidad educativa.

 

Fomento del trabajo en equipo entre directivos, docentes, estudiantes, padres de familia y profesionales de apoyo, garantizando la inclusión en todos los escenarios de la experiencia educativa.

 

Integración de saberes para promover la innovación educativa.

 

Documentación, articulación y postulación de experiencias significativas institucionales en diferentes escenarios, a partir del liderazgo de los directivos.

 

Fortalecimiento de lazos familia-escuela por medio de actividades de los proyectos transversales.

 

Este esfuerzo mancomunado ha tenido un impacto no solo a nivel institucional, sino también a nivel social, sirviendo de referencia pedagógica para otras instituciones, siendo adaptable y aplicable a diferentes contextos y necesidades estudiantiles y direccionado hacia la formación de ciudadanos autónomos y a la transformación curricular.

 

Finalmente, el mayor alcance obtenido a lo largo de la ejecución del presente proyecto, es su evolución y la capacidad de adaptabilidad a las necesidades y circunstancias propias del quehacer educativo, dando como resultado la creación de una experiencia educativa significativa, manifiesta en los diferentes proyectos institucionales no obligatorios que hoy se llevan a cabo, bajo el liderazgo de Miranova.